Hace un par de semanas, realizamos una práctica en la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Burgos, en la cuál aprendimos a hacer un tipo de fieltro, llamado Nuno.
Consiste en crear un paño cuya característica principal es que para fabricarlo no se teje, es decir, es un tejido no tejido. El Nuno es un material artesanal elaborado a partir de fibras de lana o pelo prensadas entre sí hasta conseguir una superficie uniforme de un grueso variable.
Por tanto, una vez dicho esto, vamos a explicar la práctica en sí y los pasos que hay que seguir.
En primer lugar, contábamos con diversos materiales como...
Lana cardada, sin tratar, en diversos colores (nosotras particularmente
utilizamos: Verde, Naranja, Berenjena y Azul.), seda, plástico (para no empapar
la superficie), agua fría y caliente, varios recipientes (para calentar el
agua),jabón, tubo de goma espuma, vayetas, pinzas y un pulverizador (con el que
posteriormente dosificaremos el agua sobre la mezcla de lanas).
Seda
Lana cardada en diferentes colores
Jabón natural
Recipientes con agua fría y caliente
Pulverizador
Tubo de goma espuma y esterilla o vayeta
Primeros pasos...
Cortamos la seda en cuadrados individuales de 30x30 (sobre los que posteriormente se colocará la mezcla de lanas y material a combinar), y los colocamos sobre el plástico para proteger la mesa.
A continuación, sobre esta superficie sedosa, vamos colocando delicadamente y con paciencia pequeños trozos de lana disgregándolo poco a poco del pedazo de lana grande.
Disgregación de la lana blanca como base
Disgregación de la lana de diferentes colores para decorar
Superposición de lada de varios colores, también en forma de bolitas
Por otro lado debemos desmenuzar el jabón natural y mezclarlo con agua
muy caliente, y remover hasta conseguir una mezcla homogénea y con todas las variedades de lana colocadas con anterioridad sobre la
seda, vamos echando con el difusor grandes cantidades de agua muy caliente (con
cuidado por riesgo a crear calvas) y seguidamente vamos masajeando muy
suavemente la superficie con los dedos, haciendo círculos.
Es muy importante
que las fibras de la lana no se muevan, ya que tienen que lograr un buen agarre
con la seda.
Cuando llevemos un rato masajeando a la vez que vamos añadiendo agua más caliente, y notemos que las fibras están más adheridas a la seda, intensificamos la fricción, apretando más y haciendo movimientos más rápidos.
Pulverizado de mezcla con agua caliente y jabón
Masaje suave sobre la superficie
Fricción más fuerte para fijar más las fibras
En el momento en que notemos que ya las fibras se han mezclado con la
seda y el agarre sea completo, debemos colocar la mezcla entre una superficie como una esterilla o una vayeta y un tubo de goma espuma, y a continuación, enrollamos
nuestro fragmento de seda y amasamos, con el fin de aplanarlo.
Enrollado y amasado con el tubo de goma espuma y la esterilla
Aclaramos nuestro material con agua fría con el fin de eliminar restos
de jabón. Lo trasladamos a un recipiente de agua hirviendo, lo removemos y lo
retiramos con ayuda de unas pinzas.
Para finalizar lo volveríamos a aclarar con agua fría, lo escurrimos
cuidadosamente y lo ponemos a secar.
Aclarado con agua fría
Agua caliente
Se pone a secar
Resultado final...
Nuestra experiencia personal ha sido muy gratificante en general.
Como grupo hemos funcionado bien, sin grandes problemas y consideramos
que es una labor muy dedicada y requiere mucha paciencia y es complicado que el
resultado sea completamente satisfactorio, aunque con dedicación y temple se pueden conseguir resultados muy buenos y sorprendentes.
Realizado por...
Mariola del Campo
Sara Zazo
Sonia Sánchez